Conoce aquí cómo se integran los coches clásicos más caros y exclusivos en el mercado global de objetos de colección solo apto para millonarios…
Se dice que nunca se puede pagar demasiado por un Ferrari o por un Porsche, lo único que puede pasar es que se pague ese precio demasiado pronto. Pero luego vemos los precios de los coches más caros y nos preguntamos si la regla también aplicará a ellos. Y a la vista de las cifras que alcanzan, de amplios ocho dígitos, también nos asaltan las dudas: ¿de verdad lo vale? ¿es moralmente aceptable que alguien pague ese dinero por un automóvil?
Pero hace poco la noticia de la venta de un cuadro de Monet por 110 millones me hizo reflexionar acerca del valor relativo de los automóviles en el mercado millonario de objetos de todo tipo. ¿Dónde encajan? ¿De cuánto dinero hablamos? ¿Es, digamos, moralmente aceptable el valor relativo de los automóviles clásicos?
A estas preguntas sólo podemos dar respuesta cada uno según nuestros valores, pero nunca habrá una verdad absoluta. Ante todo porque un objeto o servicio vale lo que alguien está dispuestos a pagar por ello, ni más ni menos. Al margen de esto, según las filias que tengamos cada uno, podremos argumentar, así que aquí van algunas ideas… los aficionados a los coches podemos argumentar
El primero en la lista de los coches más caros del mundo actualmente es un Ferrari 250 GTO de 1962, el chassis nº 3413GT, una de 36 unidades fabricadas, por el que alguien en 2018 pagó casi 50 millones de dólares. Una maravilla de la ingeniería fruto del genio de Giotto Bizzarrini y Mauro Forghieri, cuyas piezas fueron fabricadas (algunas artesanalmente) por trabajadores especializados de la marca, incluyendo su filigrano motor de 12 pequeños cilindros, un bastidor tubular soldado a mano, suspensión delantera de doble horquilla, frenos de disco y sus gloriosas ruedas de 72 radios cromados cada una fabricadas por Borrani.
Finalmente, esta escultura sobre ruedas que es la carrocería fue diseñada y construida por Sergio Scaglietti, y por último está la labor de los pilotos que en su día llevaron al coche a sus múltiples victorias, lo que añade un gran valor a cada unidad Toda una pieza de arte industrial fruto del trabajo de un amplio equipo de personas coordinadas para crear esta obra maestra.
¿Son 50 millones un precio alto? O, a la vista de los precios que os traslado a continuación, ¿se queda acaso un poco corto? ¿Y el precio de un millón que se paga actualmente por los Mercedes-Benz 300 SL? ¿Es un precio aceptable respecto a los tres millones pagados por un cromo? ¿Son ambos acaso comparables?
Como digo, no hay una respuesta global a estas preguntas, pero sirva este artículo para reflexionar un poco sobre todo esto. He seleccionado aquí 50 objetos de colección (incluyendo lógicamente coches) partiendo del más caro: esta pintura de Leonardo da Vinci. Vaya por delante que hablamos aquí de objetos vendidos en subasta pública, los acuerdos entre particulares son en su mayoría secretos o difícilmente verificables. El importe que figura entre paréntesis es el equivalente en dinero actual. Vamos allá…