Disfruta con las mejores fotos y conoce los resultados de las subastas de Monterey 2019, acaso el evento de estas características más importante del año…
Aunque en algunos medios se cita a un trabajador de RM Sotheby’s hablando de un “baño de sangre”, quizás no fue para tanto pero este año las ventas en Monterey han caído y bastante. A las cifras me remito: el importe total de ventas fue de 245,5 millones de dólares, un 34% menos que en 2018 y la cifra más baja desde 2011. El porcentaje de coches vendidos por más de un millón fue del 42% (2018: 55%) y la precio medio también ha bajado. Todo esto según Hagerty, la aseguradora de clásicos americana que además hace un seguimiento exhaustivo del mercado.
Por el contrario, la parte “baja” del mercado (coches por debajo de 75.000 dólares) mostró mucha solidez en Monterey, con varias ventas por encima del valor teórico de mercado, como un Triumph TR6 vendido por Bonhams por 28.000 dólares cuando su precio está más bien en unos 12.000… En fin, empecemos con las estrellas y luego seguimos con los “estrellados”…
Destacados
La estrella inapelable de la semana fue este McLaren F1 “LM-spec” de 1994, vendido por RM Sotheby’s en 19.805.000 dólares. Sólo se produjeron 64 F1s y de ellos sólo dos con la especificación LM. Esta unidad además sólo ha recorrido 21.500 km. Su hermano gemelo se vendió en 2015 por unos catorce millones.
Seguimos con varios Ferrari, porque hubo muchos entre los más caros. Pero empezamos con uno que no fue le más caro de todos pero sin duda el más especial, este Ferrari 312T Formula 1 de 1975, pilotado nada más y nada menos que por Niki Lauda en cinco grandes premios durante la temporada de 1975, en la que acabó ganando su primer título de campeón del mundo. Su nuevo dueño se lo llevó a casa por 6.000.000 de dólares.
Seguimos con los otros Ferrari destacados, empezando por este 250 California LWB Spider de 1958 vendido por 9.905.000 $, por debajo del precio estimado de entre 11 y 13 millones a pesar de estar totalmente restaurado y conservar su carrocería, motor y caja de cambios originales.
Espectaculares también un Ferrari 250 GT SWB de 1962 vendido por 9.905.000 $, un 250 GT Cabriolet de 1958 por 6.800.000 $, un 250 GT TdF también de 1958 por 5.100.000 $ y un 340 America Berlinetta de 1951 vendido por 3.635.000 $ después de permanecer cinco décadas en la misma familia y necesitado de algunos trabajos de restauración.
Cambiamos de tercio y nos vamos a América, cuna de este Ford GT40 Prototype Roadster de 1965, el octavo de doce prototipos y unos de sólo cinco roadsters. A partir de esta serie de coches experimentales Ford fue desarrollando los bólidos que acabaron dominando durante cuatro años en Le Mans – y además es precioso. Vendido por 7.650.000 $ frente a une stimado de entre siete y nueve millones.
Por el contrario, este Aston Martin DB5 de 1965 se vendió ligeramente por encima de su estimado de entre cuatro y seis millones. Mucho dinero para un Aston pero es que se trataba de uno de los tres supervivientes de los coches encargados por los productores de las películas de James Bond. Este coche no se usó en los rodajes sino sólo en eventos promocionales de “Thunderball”, pero venía con todos sus gadgets y le valió al comprador 6.385.000 $.
Memoricen este coche porque pronto lo verán restaurado brillando bajo los focos de los eventos más prestigiosos del mundo. Maserati encargó un puñado de versiones del 5000 GT y ésta realizada por Ghia se creía perdida para siempre. Hace poco el coche fue localizado en Arabia Saudí, donde su dueño lo había tenido aparcado a la intemperie si conocer su significado. Cuentan incluso que las autoridades municipales lo tenían ya identificado como chatarra para llevar al desguace, poco antes de que los herederos del dueño lo pusieran bajo techo. Su nuevo dueño pagó 533.000 $ pero tendrá que invertir más para devolverlo a su estado original…
Aunque se vendió en 5.120.000 $, al parecer este Porsche 718 RS 60 de 1960 era muy rápido pero le faltó fiabilidad, siendo protagonista de un triste episodio en la Traga Florio cuando Stirling Moss tuvo que abandonar a ocho kilómetros de la meta cuando lideraba la carrera. Restaurado y listo para correr de nuevo.
Y termino esta sección de destacados con tres italianos maravillosos. El primero es un Alfa Romeo Tipo 256 Coupe de 1939, desarrollado por el equipo de Enzo Ferrari cuando trabajaba para Alfa y pilotado en varias carreras con las bombas cayendo literalmente a pocos kilómetros. Esta preciosidad se vendió por 2.755.000 $. Otro italiano de competición aunque un poco más antiguo, un Isotta Fraschini Tipo IM de 1913, se vendió en 2.645.000 $. Y qué decir de este Fiat 8V Guia Supersonic de 1953, vendido por 1.765.000 $ – tan bonito que duele.
Sin vender
Este coche debían ser la estrella de la semana de subastas de Monterey y acabó siendo la metedura de pata más épica de los últimos años. El coche era un Porsche Tipo 64, construido por Ferdinand Porsche justo antes de la guerra con mecánica del KdF Wagen para batir récords de velocidad. El caso es que las pujas empezaron en 13 millones (THIRTEEN en inglés) y luego fueron subiendo a 14, 15, 16… (fourteen, fifteen, sixteen…) pero la pantalla enseguida empezó marcando 30 (THIRTY en inglés) y luego sucesivamente 40, 50, 60… (fourty, fifty, sixty…).
Cuando llegaron a 70 y ya media sala estaba alucinando en colores, se dieron cuenta y corrigieron. Parece que la culpa la tuvo el tipo que iba «cantando» las pujas, que no pronunció bien las cifras y se dio cuenta demasiado tarde… cuando corrigieron ya nadie pujó más, el coche no superó el precio de reserva (al parecer, 19 millones) y se volvió a su antiguo dueño. Poca broma cuando se habla de estas cifras…
Otro que quedó sin vender, aunque libre de polémica, fue este Ferrari 250 SWB California Spider, con un estimado de entre 10,5 y 13 millones, el penúltimo de 56 unidades y acaso el último que queda sin restaurar en el mundo, aunque bien conservado, con su pintura en interior originales.
Tampoco se vendió este Aston Martin DB3S Works de 1953 con un estimado de entre 8,75 y 10,5 millones, a pesar de haber participado con éxito en numerosas competiciones.
Este Ferrari 375 MM Coupe Speciale de 1955 también volvió a casa, el último carrozado por Ghia, valorado entre 5 y 7 millones, con su interior original y sólo 13.000 kilómetros.
Espectacular pero quizás con un precio estimado demasiado ambicioso de entre 6 y 8 millones, tampoco se pudo vender este Alfa Romeo 6C 3000 CM Superflow IV de 1953, construido por Pinin Farina sobre la base de un chassis tubular 6C 3000 CM de FIAT. Espectacular.
Finalmente, Bonhams no facilitó un precio estimado para este Porsche 718 RSK Center-Seat Spyder de 1959, quizás uno de seis construidos con el volante en el centro. Pilotado en competiciones (según decía el catálogo) en Europa, Angola y Argentina, el coche estuvo desaparecido durante tres décadas antes de ser descubierto en los ’90 y luego restaurado a conciencia, conservando eso sí su motor, caja de cambios y carrocería originales.
Mi favorito
Esta vez me quedo con este Hudson Terraplane Business Coupe de 1937 presentado por Bonhams. El Terraplane estuvo en producción entre 1932 y 1939, con su potente (para la época) seis cilindros y su carrocería deportiva que es una auténtica belleza. ¿Su precio? Se pagaron 40.320 dólares por él, lo que parece bastante razonable.
Según nos cuentan en el catálogo de Bonhams, esta unidad fue localizada en los años ’70 y sometida a una restauración que duró dos años con una especial atención en los detalles, usando, por ejemplo la madera con el veteado exacto para el interior e instalando extras como una radio Motorola original con reloj. Desde la restauración, sólo ha recorrido 220 millas.
Best of the rest
Aquí van muchas más joyas…
Todas las fotos por cortesía de RM Sotheby’s, Bonhams y Gooding & Company
DH