Disfruta de las mejores imágenes y conoce los resultados de las grandes subastas de agosto que este año fueron online…
Finalmente este año se cancelaron casi todos los eventos de la espectacular semana de clásicos de California. Incluso el evento culminante, el espectacular concurso de elegancia de Pebble Beach, se ha dejado de celebrar. Ante esto, las tres grandes casas de subastas de clásicos han reaccionado llevando a cabo sus eventos “online” en sustitución de las previstas subastas de Monterey 2020.
Quizás sea RM Sotheby’s la que más experiencia acumula ya en este tipo de subastas y propuso nada menos que unos 200 automóviles en su subasta Shift / Monterey. Como en las otras que han hecho este año, sólo se permiten pujas electrónicas, sin posibilidad de hacerlas “in situ”, ni por teléfono. Por su parte, Gooding realizó su primera subasta online (que llamaron “Geared Online) siguiendo un esquema parecido, cerrando las pujas escalonadamente durante tres días. Bonhams organizó su subasta del Quail Lodge de forma un poco diferente: a puerta cerrada pero permitiendo pujas tanto online como por teléfono.
Los resultados siguieron la senda bajista de los últimos años, con porcentajes de lotes vendidos a la baja y con la mayoría de los lotes más caros sin vender – tenéis todos los detalles más abajo. Gooding vendió el 71% de los coches con una cifra de ventas de unos 14 millones, lejos de los más de cien millones alcanzados hace pocos años. Pero vamos sin dilación al repaso de coches…
Destacados
El coche más caro vendido en las subastas casi virtuales de Monterey 2020 fue un Ferrari 275 GTB “Long Nose” de 1965 en un raro y atractivo color blanco con interior en crema. Vendido nuevo a un genovés, el coche llegó en 1969 a EEUU y nunca ha sido restaurado, aunque cuentan que se conserva muy bien con una preciosa pátina. Esta unidad viene cargada de equipamiento como faros Machal, radio Blaupunkt, cronógrafo Jaeger y dos sets de llantas: unas Campagnolo y unas Borrani de radios cromados. Además, cuenta con algunas opciones originales fuera de lo normal, con seis carburadores y la tapa de combustible de competición. Todo ello le valió a su nuevo dueño los 3.080.000 $ que pagó por él, incluyendo como es habitual la comisión para la casa de subastas.
El segundo coche más caro fue este Porsche 718 RSK Spyder de 1959. Sólo se hicieron 34 unidades de este modelo, tres de las cuales se vendieron en los últimos años en un rango entre 2,9 y 3,7 millones de dólares. Pero eso fue durante la última época de bonanza que ya ha llegado a su fin: la unidad vendida esta vez alcanzó “sólo” 2.232.500 $, a pesar de contar con un amplio historial deportivo y haber tenido un único dueño desde 1974.
Seguimos con tres unidades del cavallino rampante fabricadas en los años noventa, aunque ya son clásicos indiscutibles todos ellos. Ante todo, un Ferrari F50 de 1995 vendido por 2.134.000 $, un poco por debajo del precio estimado, aunque tan sólo ha tenido dos dueños previos y recorrido 10.125 millas, incluyendo además la caja original del hardtop, equipaje a medida y kit completo de herramientas. Luego vendrían dos Ferrari F40, uno vendido por Gooding por 1.628.000 $ (estimado 1,25-1,5 M$) con un solo dueño y tan sólo 4.589 millas y otro vendido por RM Sotheby’s con dos dueños y 6.300 millas vendido por 1.386.000 $ (estimado 1,25-1,5 M$).
Otro coche de Maranello vendido en las subastas de Monterey 2020 fue este precioso Ferrari 250 GT Berlinetta Lusso en un raro y elegante color marfil con interior en rojo. Conservando el motor original, así como el chasis, la transmisión y el diferencial, su nuevo dueño pagó 1.496.000 $ por esta maravilla, frente aun estimado de entre 1,2 y 1,4 M$.
También hubo sitio entre los destacados para un par de automóviles de preguerra. El más caro fue este Packard Deluxe Eight Individual Convertible Victoria de 1932 con carrocería Dietrich. Restaurado en 2017 y con premios en Pebble Beach y Amelia Island, alguien se lo llevó a su garaje por 1.056.000 $.
La segunda joya de preguerra que dejo por aquí fue este Duesenberg Model J Town Car de 1934 vendido por 1.012.000 $. Uno de seis “vestidos” por Murphy, fue comprado nuevo por la heredera del fabricante de Campbell Soup y restaurado a conciencia hace ya unos años, allá por 1990, pero conservado en estado impecable.
No faltaron a las citas los Mercedes 300 SL en las subastas de Monterey 2020, en versión coupé y Roadster, aunque sólo la mitad cambió de dueño. Se ve que las expectativas de los dueños no encajan con la situación actual del mercado, salvo que se trate de una unidad muy especial como este par de Roadster que alcanzaron 946.000 $ (est. 850.000-950.000) y 1.045.000 $ respectivamente.
Otro ejemplar de la estrella de tres puntas fue este Mercedes-Benz 300 Sc Roadster de 1956. Aunque en su día costaba más que el “Alas de Gaviota”, este modelo no suele ser especialmente popular en las subastas. Por ello sorprende un poco que con los tiempos que corren esta unidad alcanzara la cifra de 485.000 $ frente a un estimado de entre 475.000 y 575.000 $.
Y termino este epígrafe con un caso realmente llamativo: el de este Porsche 916 de 1972. Se trata de una unidad especialmente fabricada para Louis Piëch, hermana de Ferdinand Piëch, aunque esta circunstancia tampoco explica que alguien pagara por él la estratosférica suma de 957.000 $ (est. 900.000-1 M$). Sin embargo, ya en 2016 alguien desembolsó 1.096.640 $ por otro similar en la subasta de la Rétromobile, un 916 Prototipo apodado “Brutus”.
Lotes sin vender
El mercado de coches clásicos sigue muy activo para los precios bajos y medios, pero a niveles muy altos el clima no es nada favorable. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya dinero, sino que las expectativas de los compradores están ligeramente a la baja. Así, en el caso de muchos de los lotes más caros de las subastas de Monterey 2020 las pujas se quedaron justo por debajo de los precios de reserva. Quizás sus dueños harían bien en revisar la próxima vez su nivel de exigencia.
Como el dueño de este Alfa Romeo 8C 2300 Cabriolet Décapotable de 1934 con carrocería de Joseph Figoni. Partiendo de un rango estimado de entre 6,5 y 7,5 M$, la puja máxima que recibió apenas llegó a 4,6 M$. Como curiosidad, una unidad similar dejó de venderse en febrero de este año tras recibir una puja máxima de 8,7 M$.
Otros modelos de preguerra también volvieron a sus respectivos garajes de origen, como un Mercedes-Benz 500k Offener Tourenwagen de 1936 con una puja máxima de 1,2 M$ (est. 2-2,5 M$), un Mercedes-Benz Model 630 K Town Car by Castagna de 1929 con una puja máxima de 550.000 $ (est. 1-1,4 M$) o un restauradísimo Bugatti Type 57 Cabriolet de 1938 con carrocería de Letourneur et Marchand con una puja máxima de 1,4 M$ frente a un estimado de entre 1,6 y 1,8 M$.
Luego tenemos los clásicos del cavallino rampante que volvieron a rediles: Ferrari 275 GTB/4 de 1967 (puja máxima de 2,3 M$, est. 2,5-2,8 M$), Ferrari 500 Superfast de 1964 (puja máxima de 1,98 M$, est. 2,2-2,5 M$) y Ferrari 365 GTB/4 Daytona Independent Competizione de 1971 (puja máxima de 1,9 M$, est. 2,2-2,8 M$)
Ya mencioné brevemente más arriba el caso de los Mercedes 300 SL. Aquí los dueños deberían ser conscientes de que este modelo abunda en las subastas de altos vuelos (siempre aparecen tres o cuatro) y que si quieren vender deberían ajustar un poco a la baja sus expectativas. En Monterey hubo dos que se volvieron a casa: un Roadster con una puja máxima de 870.000 $ (est. 1,1-1,2 M$) y un Coupé con una puja máxima de 975.000 (est. 1,2-1,350 M$).
Y termino este apartado con un curioso Porsche 911 ST Rally de 1971, uno de cinco unidades fabricadas por la casa para competir en el Safari Rally del mismo año. Con un precio estimado de entre 950.000 y 1.250.000 $, la puja máxima se quedó en unos decepcionantes 630.000 $, aunque una vez terminada la subasta el coche estaba disponible por 775.000 $.
Mi preferido
Esta vez me quedo con este Porsche 356A “Outlaw” Coupé de 1956. Ya se sabe que los “Outlaw” son 356 mejorados generalmente en los años 80, cuando este modelo er amás un coche viejo que un clásico y se podía conseguir por relativamente poco dinero. Algunos fueron modificados toscamente pero otros como éste son codiciadas joyas.
En este caso, el 356 fabricado en 1956 con techo corredizo recibió el motor de un Porsche 912, frenos de disco y unas ruedas de acero pintado más grandes. El exterior fue pintado en un atractivo color Lago Green metalizado original de Porsche de 1956, mientras que el interior está decorado en un hermoso color verde a juego.
También se ha preparado con buen gusto con características de rendimiento de época, como asientos ligeros estilo Spyder, un volante de madera, cronómetros Heuer y una barra antivuelco perfectamente integrada. En el exterior, se instalan luces de conducción delanteras Marchal, una del depósito de combustible de liberación rápida y un portaequipajes en el maletero para colocar la rueda de repuesto o el equipaje, para rallyes o escapadas de fin de semana.
Monta además un escape de alto rendimiento para garantizar que el sonido coincida con sus asombrosas prestaciones. La construcción es de hace unos años ya pero sigue siendo sorprendente por su calidad de construcción y acabado y el automóvil se ofrece con un impresionante archivo histórico incluyendo muchos recibos. Una maravilla que su nuevo dueño tuvo a bien llevarse a cambio de 142.800 $…
Best of the rest
Aquí va una galería con el resto de los vehículos que me han llamado la atención de estas subastas de online de Monterey 2020. Incluyo los precios y para aquellos sin vender, el rango estimado…
Las fotos son por cortesía de RM Sotheby’s, Bonhams y Gooding & Company, haz clic en los enlaces para conocer todos los resultados de estas subastas de Monterey 2020.
DH