Artistas conocidos y anónimos llevan décadas utilizando coches como bases para sus creaciones pictóricas, aquí va un repaso a algunas destacadas
En nuestro viaje interminable por la cultura automovilística y todo lo que se mueve en torno a ella, en esta ocasión vamos a echar un vistazo a algunos clásicos pintados de forma especial. El recorrido nos llevará por los años cincuenta en EEUU, la cultura Lowrider de los barrios chicanos de Los Ángeles, los Art Cars de BMW y otros muchos.
Eso sí, el foco aquí está puesto en automóviles que conservan (prácticamente) intacta su forma original y su capacidad para rodar. Y como es un artículo más visual que otra cosa, dejemos que sean las obras las que hablen por sí mismas – con una pequeña introducción aquí y allá…
BMW Art Cars
El proyecto “BMW Art Car” fue una idea del piloto de carreras y subastador de coches Hervé Poulain. En 1975 Poulain encargó al artista (y amigo suyo) Alexander Calder que pintara un BMW 3.0 CSL para participar con él en Le Mans. A partir de ahí, otros artistas hicieron sus versiones, que suman ya 19 coches, diseñados entre otros por David Hockney, Jenny Holzer, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Frank Stella, and Andy Warhol.
El Rolls de Lennon
John Lennon compró su Rolls-Royce Phantom V en 1964, con la carrocería pintada toda en negro. Entonces éste era probablemente el coche más caro y lujoso del mundo, pero se dice que tan sólo un año después Lennon lo hizo modificar en base a una lista de siete páginas (!) que le costó 1.900 libras, una fortuna. Entre las modificaciones se incluía la posibilidad de convertir el interior en una cama doble y, crucialmente para este artículo, una pintura inspirada en los clásicos carromatos gitanos. Hoy en día, el coche está en el Royal British Columbia Museum en Canadá.
El Porsche de Janis Joplin
En 1968 Janis Joplin se compraba este Porsche 356 y enseguida encargó a su amigo y artista Dave Richards que lo personalizara. El resultado fue este único y llamativo diseño que el autor tituló “La historia del universo”, con retrato de la propia Joplin incluido. Felizmente, la cantante no lo dejó aparcado en el garaje, sino que usó su Porsche regularmente, incluso para sus desplazamientos entre Los Ángeles y San Francisco. Un pedacito de historia del rock, que hace poco fue vendido en subasta por 1,76 millones de dólares…
Los «lowriders»
Los “lowriders” son vehículos modificados con las suspensiones rebajadas. Pero aquí nos referiremos a la escena que nació en barrios de Los Ángeles donde viven sobre todo jóvenes de origen mexicano. Cuentan que la moda nació a finales de los años ’40, pero fue seguramente durante los ’60 cuando realmente cobró fuerza y popularidad. Y hablamos aquí de ello porque estos vehículos, modificados para rodar lentamente en modo “crucero” para presumir de ellos, suelen presentar unas carrocerías pintadas muy llamativas. Como dicen ellos, “low and slow”…
Entre julio 2017 y julio 2018 el Petersen Automotive Museum acogió la exhibición “The High Art of Riding Low: Ranflas, Corazón e Inspiración”. Y con esas tres palabras ya se podía intuir la temática de esta muestra: la cultura de los “lowriders” y todo lo que ello implica. Por cierto, en español de México, una “ranfla” es un automóvil.
Paul Smith
El diseñador de moda británica Paul Smith enlaza en su estilo la tradición más “British” con un toque moderno. Sobre todo, es conocido por sus patrones de rayas, que creó inicialmente para una temporada pero se quedaron para siempre como su signo de identidad. Dos coches han recibido las rayas de Paul Smith, el Mini y el Porsche 911…
Esas llamas…
Otro fenómeno muy ligado a la pintura en los coches es el de los «hot rod». Básicamente, se trata normalmente de un Ford de los años ’20 o ’30, ya sea un Modelo T, un A o un B, aligerado (a lo bestia) de peso y con el motor modificado – o directamente sustituido por uno más potente. Y, crucialmente para este artículo, pintado de forma más o menos original, pero preferiblemente con motivos de llamas, que luego se extendieron a otros tipos de coches modificados, casi todos ellos americanos, claro…
Las VW y otras locuras…
Durante el “verano del amor” de 1967 se juntaron en San Francisco 100.000 almas “con flores en la cabeza” y muchos acudieron con una de éstas Volkswagen, comprada de segunda, tercera o cuarta mano por un puñado de dólares y pintada de colores, con motivos inspirados en la divisa de “haz el amor y no la guerra”. Otro ejemplo más de coche pintado convertido en icono, que dejo aquí debajo junto a algunos otros…
DH