Algunos son reconocidos universalmente mientras otros han caído en el olvido pero todos los logotipos forman parte inseparable de la historia del automóvil…
Estuvieron ahí prácticamente desde el principio. Desde los comienzos del automovilismo, los fabricantes, ya fueran grandes o pequeños, sintieron la necesidad y el orgullo de poner sus logotipos a los coches que crearon. Y en cuanto surgieron las primeras calandras para proteger los radiadores, se identificó el sitio y la forma ideales: con una placa en la parte superior central.
Los logotipos en general son símbolos gráficos de una empresa o marca y, de hecho, surgieron no mucho antes que el automóvil. Fue en 1870 cuando quedó registrado el primero en Gran Bretaña: el de la cerveza Bass, consistente en un triángulo rojo y el nombre debajo del mismo. Como ya se sabe, el primer automóvil movido por un motor de combustión interna fue el creado por Karl Benz en 1886. Y enseguida vendría la placa, que conocemos como logotipo, emblema, símbolo, distintivo o insignia, aunque cada una de esta palabras tiene una connotación ligeramente diferente. En inglés se habla simplemente de “badge” o “logo”.
A la hora de crear sus logos, los fabricantes de automóviles dieron rienda suelta a la imaginación, con imágenes, símbolos, palabras o acrónimos solos o combinados. Tanto esto como la tipografía y el uso del color fueron claves para darles uno u otro significado. Luego con el pasar de las décadas, los logos de las marcas que sobrevivieron se fueron estilizando, perdiendo detalle y ornamento, llegando algunas a ser identificadas universalmente tan sólo por un símbolo tan simple como la estrella de tres puntas…
Y sin más, doy paso a 99 logos que por una u otra razón me parecen llamativos…
