30 años en 2024

Estos son los coches que cumplen 30 años en 2024, uno de los requisitos para matricularlos como históricos aunque no todos son clásicos todavía…

Ahora que acaba de comenzar como quien dice el nuevo año, ¿qué mejor momento para recordar los coches que van a cumplir 30 años en 2024? Porque ya se sabe que ésta es la edad con la que los vamos a poder matricular como históricos. Siempre que estén conservados y mantenidos en condiciones históricamente correctas y que no sean utilizados como medio de transporte diario.

Aunque hay que decir que desde finales de los ochenta nos vamos encontrando con modelos que difícilmente encajan en el concepto tradicional de clásicos. En fin, vamos a ello. Con alguno seguro que tú, sí, tú… dirás “¿tanto tiempo ha pasado?”. Aunque a lo mejor por otro lado tú, sí, tú… aún no habías nacido.

Alfa Romeo Spider & GTV

De los muchos y maravillosos “roadsters” y coupés que Alfa Romeo ha producido a lo largo de su historia, éste fue sin duda uno de los más excéntricos. Desde luego, tuvo el mérito de no caer en la tendencia retro que predominaba en la época, pero quizás dotarle de tracción delantera fue ir un paso demasiado lejos. Esto lo hizo más seguro, pero los aficionados no lo recibieron precisamente con saltos de alegría. Eso sí, el motor V6 que se ofreció fue mucho más que un premio de consolación, pues era y sigue siendo uno de los mejores que jamás se hayan hecho. Además, a su lanzamiento fueron muchos los periodistas que destacaron que por fin la marca italiana había mejorado considerablemente la calidad de materiales y acabados. Se fabricaron unas 90.000 unidades hasta 2005.

Toyota RAV4

El primer RAV4 es considerado por muchos el bisabuelo de todos los SUV, aunque a diferencia de la inmensa mayoría de sus sucesores, se trató de un auténtico todoterreno gracias a su tracción total permanente. Su nombre es una abreviatura en inglés de «Vehículo Activo Recreativo con Tracción a las Cuatro Ruedas».Inicialmente disponible sólo con carrocería de tres puertas, el primer RAV4 medía sólo 3,72 metros de largo, apareciendo primero en Japón y Europa y algo más tarde en EEUU; también se comercializó en el entonces incipiente mercado chino, con el pegadizo nombre de Guangtong GTQ6440.

Ferrari F355

Tras el algo decepcionante 348, la marca de Maranello resarció a aficionados, periodistas y clientes con el F355, uno de sus mayores logros en cuanto a comportamiento y acaso el último Ferrari “de los de verdad”, como dicen los nostálgicos. El diseño era parecido al de su antecesor, pero mejorado y más atractivo, aunque el énfasis se puso en mejorar significativamente el rendimiento en una gama más amplia de velocidades y en diferentes entornos, incluyendo el tráfico urbano a baja velocidad – acaso los italianos quisieron ponerlo a la altura del excelente Honda NSX.

Para ello disponía entre otras cosas de unos bajos especiales que aprovechaban el “efecto suelo”, conocido de la Fórmula 1, para mejorar el comportamiento en carretera a altas velocidades. Y un delicioso V8 de cinco válvulas instalado longitudinalmente, con una cilindrada de 3,5 litros y una potencia de 380 CV sin turbo. Además de la Berlinetta cerrada, también estaba el GTS tipo targa y, en 1999, el F355 Spider, del que sólo se fabricaron 100 ejemplares. La producción total fue de 11.273 unidades hasta 1999, una cifra bastante alta para la marca.

Aston Martin DB7

El DB7 nació como sucesor del Jaguar XJS pero cuando el coche se presentó a la dirección de Jaguar, ésta lo rechazó. En la época, ambas marcas inglesas pertenecían a Ford, integradas en el denominado “Premier Automotive Group” (PAG) del Grupo. Debido al desarrollo del Jaguar XJ220, Ford no estaba muy interesado en el desarrollo de nuevos modelos de Aston Martin, considerando los altos costos de desarrollo y el mercado desfavorable a raíz de la recesión económica de los años 90. Así que el entonces director ejecutivo de Aston Martin, Walter Hayes, tomó el proyecto rechazado y encomendó a Ian Callum la tarea de rediseñar el automóvil para que pareciera un Aston Martin.

Eso sí, debido a, digamos, un respaldo financiero limitado, el producto final compartió muchos componentes de otras marcas propiedad de Ford: los pilotos traseros procedían del Mazda 323 F, las manijas cromadas de las puertas, del Mazda 323 Estate, los tiradores de las puertas, del Mazda MX-5 y los interruptores de los retrovisores, del Ford Scorpio; además, los retrovisores vinieron del Citroën CX. Por otro lado, no se escatimó en gastos al desarrollar sus cualidades dinámicas, aprovechando al máximo los campos de pruebas internacionales de Ford y contratando al tres veces campeón de Fórmula Uno, Jackie Stewart para afinar el comportamiento. Irónicamente, Jaguar acabóutilizando la plataforma para el sucesor del XJS. Se hicieron algo más de 7.000 unidades hasta 2004.

Audi RS2

Internamente el Audi Avant RS2 figuró como P1 (correspondiendo la P a Porsche) y es que este fantástico modelo fue construido a partir de una colaboración entre las marcas de Ingolstadt y Zuffenhausen. Eso sí, aunque gran parte de los componentes fueron fabricados por Audi, el ensamblaje estuvo a cargo de Porsche en su planta de Rossle-Bau, que Porsche tuvo disponible después de dejar de fabricar allí el Mercedes-Benz 500E y previamente el Porsche 959, ni más ni menos.

El motor de cinco cilindros se basó en una unidad que ya producía Audi, aunque Porsche lo modificó considerablemente, con un turbo más grande, un “intercooler” de alta resistencia, inyectores de combustible de mayor flujo, un árbol de levas de nuevo diseño, un sistema de inducción más eficiente y un nuevo sistema de escape de baja presión. Con los 315 CV resultantes, el RS 2 podía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, a pesar de pesar más de 1.600 kg. Incluso, en una prueba de carretera realizada en 1995, la revista británica Autocar cronometró el RS 2 de 0 a 48 km/h en sólo 1,5 segundos, más rápido que el McLaren F1. Se construyeron 2.891 unidades en dos años.

Fiat Coupé

Si entramos hoy en día en un concesionario de Fiat, encontraremos un puñado de Pandas, muchos 500 y una selección de vehículos que parecen un 500 inflado. Sin contar con el efímero 124 Spider y los rugientes Abarth, el espectáculo es un poco lamentable. Porque, si hubieras hecho lo mismo a finales de los años 1990, te habrías emocionado con la variedad que se ofrecía entonces: esos Puntos, Bravos (y Bravas) de coloreschillones, el Multipla de ojos saltones, el bonito Barchetta, el Punto Cabrio… y el llamativo Fiat Coupé. La génesis del Coupé fue una cuestión fortuita, puesto que fue Pininfarina la que propuso el proyecto, habiéndose encontrado de repente con una fábrica inactiva debido al fracaso del Cadillac Allante. Fiat aceptó el reto y tanto su Centro Stile como la misma Pininfarina compitieron para diseñar el nuevo automóvil, resultando ganadora la primera.

El diseñador responsable del aspecto del coche fue un tal Chris Bangle, cuyo otro trabajo en el Centro Stile incluyó el Alfa Romeo 145 antes de dar el salto a BMW. Por otro lado, el interior sí fue obra de Pininfarina, que esbozó algo un poco más convencional, al menos comparado con el exterior, que tenía una forma notable, con ese morro bajo con las carcasas de los faros curvilíneas, esos cortes dramáticos sobre cada paso de rueda y esa parte trasera cuadrada y angulosa, con luces traseras redondas, con reminiscencias de Ferrari. Al igual que el Barchetta, duró sólo una generación y, si bien sus fundamentos eran humildes, le dio a la marca un halo que no ha podido replicar desde entonces. Se hicieron 72.762 ejemplares hasta 2000.

Fiat Punto Cabriolet

Casi a la vez que el Coupé, apareció este simpático pequeñajo diseñado por Giorgietto Giugiaro y fabricado por Bertone en su fábrica de Grugliasco. El Punto Cabriolet se desarrolló al mismo tiempo que el Punto normal, con lo que se logró una estructura de carrocería rígida sin tener que recurrir a una barra antivuelco. Se hicieron unos 55.000 hasta 2000, aunque ya no quedan muchos, probablemente porque la mayoría residieron en la costa y el ambiente salino ha podido con muchas de las carrocerías, a pesar estar parcialmente galvanizadas.

Jaguar XJ (X300)

Se lo conoce como la quinta generación del XJ, aunque en realidad es prácticamente el mismo coche que el XJ40 de 1987 y el X308 de 1997. Eso sí, en comparación con su antecesor, se creó una línea más redondeada, buscando evocar los XJ de antaño, “surfeando” la cresta de la ola retro que asoló a algunas marcas en esta época. Sin embargo, al mismo tiempo y gracias al dinero inyectado por Ford, con el X300 Jaguar empezó a usar robots de soldadura de carrocerías automatizados de última generación fabricados por Nissan y el X300 se convirtió en uno de los modelos más exitosos de la marca británica, con unas 92.000 unidades fabricadas hasta 1997.

Maserati Quattroporte IV

Después de una pausa de tres años, la berlina de lujo italiana regresó en su cuarta generación diseñada por Marcello Gandini, aunque inicialmente sólo con motores V6 y sólo más tarde con el V8 que merecía. Fue el primer coche desarrollado por la marca después de que Fiat tomara el control comprándola de manos de Alejandro De Tomaso. Además, tras integrarse en la dirección de Ferrari, en la primavera de 1997, la producción del Quattroporte se suspendió para realizar cambios en el modelo. Hasta mayo de 2001 se hicieron un total de 2.400 unidades.

Subaru Impreza WRX STI

La legendaria abreviatura del modelo WRX STI (WRX significa World Rally eXperimental, STI para la división de deportes de motor Subaru Tecnica International) indica los orígenes y la misión de este legendario modelo.El año anterior la marca ya había ganado con sus Impreza algunas pruebas del Campeonato del Mundo de Rallyes y ahora tenía la vista puesta en el título mundial, que ganaría apenas un año después y al que seguirían otros dos, sobre todo gracias al inolvidable Colin McRae. La versión de carretera estaba equipada con un motor turbo bóxer de 2.0 litros que inicialmente producía 250 CV.